martes, 6 de septiembre de 2011

CIVILIZACIONES DEL MEDITERRANEO

CIVILIZACIONES DEL MEDITERRANEO

FENICIA (1500 a.n.e. - 774 a.n.e.):





Fenicia (en fenicio 𐤊𐤍𐤏𐤍‏, kanaʿan; o 𐤐𐤕‏, Pūt)1 es el nombre de una antigua región de Oriente Próximo, cuna de la civilización fenicio-púnica, que se extendía a lo largo del Levante Mediterráneo (la costa oriental del mar Mediterráneo), en territorio correspondiente a la costa del actual Líbano; desde la desembocadura del río Orontes (actual Siria), al norte, hasta el territorio denominado antiguamente Canaán (actual territorio de Israel y Palestina), al sur, con cuya denominación se engloba muy a menudo en las fuentes.
Poblada desde principios del III milenio a. C. por semitas cananeos, la Fenicia histórica se extendía sobre una estrecha franja costera de 40 km, desde el Monte Carmelo hasta Ugarit (unos 300 km). Su suelo montañoso y no tan apto para la agricultura (aunque se esforzaron por sacarle provecho), orientó a sus habitantes hacia las actividades marítimas. Con más razón el mar se le impuso a este pueblo, al quedar dividido en pequeñas ciudades estado separadas por espolones rocosos, pues el cabotaje era mejor que las vías terrestres para el contacto entre las ciudades, que se escalonaban desde Acre y Tiro, por Sidón y Biblos, hasta Arados y Ugarit. Fenicia, al ser un estrecho paso entre el mar y el desierto de Siria, en contacto al sur, a través de Canaán y del Sinaí con Egipto, y al norte, a través del Éufrates, con Mesopotamia y Asia Menor, estaba destinada a ser una rica encrucijada comercial, codiciada por los grandes imperios vecinos.
Los fenicios fueron los inventores del alfabeto. El alfabeto fenicio comenzó como una serie de ideogramas, un conjunto de símbolos que representaban animales y objetos. A estos ideogramas se les asignaba un valor fonético de acuerdo al nombre, en idioma fenicio, del animal u objeto representado; este alfabeto sólo contenía consonantes, veintidós en total. Era un sistema simple, lo que permitía la difusión del conocimiento y la cultura.
Posteriormente, el alfabeto fenicio fue adoptado y modificado por los griegos para representar su idioma. Los griegos tomaron algunas letras del alfabeto fenicio y les dieron valor de vocal; debido a las diferencias lingüísticas entre ambos idiomas (griego = indoeuropeo, fenicio = semita) también cambiaron la pronunciación de algunas letras, y agregaron algunos símbolos para representar sonidos inexistentes en fenicio. El alfabeto latino proviene del alfabeto etrusco, que fue a su vez una adaptación del alfabeto griego.
Los hebreos también adoptaron el alfabeto fenicio, aunque dada la similitud de sus lenguas y la mutua influencia por su cercanía geográfica hubo una menor modificación que por los griegos.
El alfabeto fenicio ha sido en una u otra forma la base para los alfabetos latino, griego, cirílico, árabe, y algunos estudiosos consideran que también dio origen a los abugidas del subcontinente asiático.


GRECIA (700 a.n.e. - 148 a.n.e.):




El término Antigua Grecia se refiere al periodo de la historia de Grecia que abarca desde la Edad Oscura de Grecia ca. 1100 a. C. y la invasión dórica, hasta el año 146 a. C. y la conquista romana de Grecia tras la batalla de Corinto. Se considera generalmente como la cultura seminal que sirvió de base a la civilización occidental. La cultura de Grecia tuvo una poderosa influencia sobre el Imperio romano, el cual la difundió a través de muchos de sus territorios de Europa. La civilización de los antiguos griegos ha sido enormemente influyente para la lengua, la política, los sistemas educativos, la filosofía, la ciencia y las artes, dando origen a la corriente renacentista de los siglos XV y XVI en Europa Occidental, y resurgiendo también durante los movimientos neoclásicos de los siglos XVIII y XIX en Europa y América. La civilización griega fue básicamente marítima, comercial y expansiva. Una realidad histórica en la que el componente geográfico jugó un papel crucial en la medida en que las características físicas del sur de la península de los Balcanes, por su accidentado relieve, dificultaban la actividad agrícola y las comunicaciones internas, y por su dilatada longitud de costas, favorecieron su expansión hacia ultramar. Un fenómeno sobre el que incidirían también de forma sustancial la presión demográfica originada por las sucesivas oleadas de pueblos (entre ellos aqueos, jonios y dorios) a lo largo del III y II milenios a. C.
Tras las civilizaciones minoica y micénica, en los siglos oscuros (entre el XIII y el XII a. C.) la fragmentación existente en la Hélade constituirá el marco en el que se desarrollarán pequeños núcleos políticos organizados en ciudades, las poleis.
A lo largo del periodo arcaico (siglos VIII al V a. C.) y del clásico (siglo V a. C.), las polis fueron la verdadera unidad política, con sus instituciones, costumbres y sus leyes, y se constituyeron como el elemento identificador de una época. En el periodo arcaico ya se perfiló el protagonismo de dos ciudades, Esparta y Atenas, con modelos de organización política extremos entre el régimen aristocrático y la democracia. La actividad de las polis hacia ultramar fue un elemento importante de su propia existencia y dio lugar a luchas hegemónicas entre ellas y al desarrollo de un proceso de expansión colonial por la cuenca mediterránea. La decadencia de las polis favoreció su absorción por el reino de Macedonia a mediados del siglo IV a. C. y el inicio de un periodo con unas connotaciones nuevas, el helenístico, por el que la unificación de Grecia daría paso con Alejandro Magno a la construcción de un Imperio, sometiendo al Imperio aqueménida y al egipcio. En opinión de algunos especialistas, en esta fase la historia de Grecia volvía a formar parte de la historia de Oriente y se consumaría la síntesis entre el helenismo y el orientalismo.

La filosofía griega se centraba en el papel de la razón y la investigación. De muchas maneras, tiene una influencia importante en la filosofía y ciencia modernas. Líneas de influencia claras y continuas se conducen desde la Antigua Grecia y los filósofos helenísticos, por los filósofos y cientistas musulmanes medievales, por el Renacimiento y la Ilustración en Europa, hasta las ciencias seculares de nuestros días.
Ni razón ni investigación comenzaron por los griegos. Definir la diferencia entre la búsqueda griega de conocimiento y las búsquedas de las civilizaciones más antiguas, como los egipcios y los babilónicos antiguos, ha sido un tema de estudiar para los teorizadores de civilización.


ROMA (753 a.n.e. - 476.):




El imperio romano fue una etapa de la civilización romana en la Antigüedad clásica, posterior a la República romana y caracterizada por una forma de gobierno autocrática. El nacimiento del Imperio viene precedido por la expansión de su capital, Roma, que extendió su control en torno al Mar Mediterráneo. Bajo la etapa imperial los dominios de Roma siguieron aumentando hasta llegar a su máxima extensión durante el reinado de Trajano, momento en que abarcaba desde el Océano Atlántico al oeste hasta las orillas del Mar Caspio, el Mar Rojo y el Golfo Pérsico al este, y desde el desierto del Sahara al sur hasta las tierras boscosas a orillas de los ríos Rin y Danubio y la frontera con Caledonia al norte. Su superficie máxima estimada sería de unos 6,5 millones de km².
El término es la traducción de la expresión latina Imperium Romanum, que significa literalmente "El Dominio de Roma". Polibio fue uno de los primeros hombres en documentar la expansión de Roma aún como República. Durante los casi tres siglos anteriores al gobierno del primer emperador, César Augusto, Roma había adquirido mediante numerosos conflictos bélicos grandes extensiones de territorio que fueron divididos en provincias gobernadas directamente por propretores y proconsules, elegidos anualmente por sorteo, entre los senadores que habían sido pretores o cónsules el año anterior.
Durante la etapa republicana de Roma su principal competidora fue la ciudad púnica de Cartago cuya expansión por la cuenca sur y oeste del Mediterráneo occidental rivalizaba con la de Roma y que tras las tres Guerras Púnicas se convirtió en la primera gran víctima de la República. Las Guerras Púnicas llevaron a Roma a salir de sus fronteras naturales en la península Itálica y a adquirir poco a poco nuevos dominios que debía administrar, como Sicilia, Cerdeña, Córcega, Hispania, Iliria, etc.
Los dominios de Roma se hicieron tan extensos que pronto fueron difícilmente gobernables por un Senado incapaz de moverse de la capital ni de tomar decisiones con rapidez. Asimismo, un ejército creciente reveló la importancia que tenía poseer la autoridad sobre las tropas para obtener réditos políticos. Así fue como surgieron personajes ambiciosos cuyo objetivo principal era el poder. Este fue el caso de Julio César, quien no sólo amplió los dominios de Roma conquistando la Galia, sino que desafió la autoridad del Senado romano.
El Imperio romano como sistema político surgió tras las guerras civiles que siguieron a la muerte de Julio César, en los momentos finales de la República romana. Tras la guerra civil que le enfrentó a Pompeyo y al Senado, César se había erigido en mandatario absoluto de Roma y se había hecho nombrar Dictator perpetuus (dictador a perpetuidad). Tal osadía no agradó a los miembros más conservadores del Senado romano, que conspiraron contra él y lo asesinaron durante los Idus de marzo dentro del propio Senado, lo que suponía el restablecimiento de la República, cuyo retorno, sin embargo, sería efímero. El precedente no pasó desapercibido para el joven hijo adoptivo de César, Octavio, quien se convirtió años más tarde en el primer emperador de Roma, tras derrotar en el campo de batalla, primero a los asesinos de César, y más tarde a su antiguo aliado, Marco Antonio, unido a la Reina Cleopatra de Egipto en una ambiciosa alianza para conquistar Roma.
A su regreso triunfal de Egipto, convertido desde ese momento en provincia romana, la implantación del sistema político imperial sobre los dominios de Roma deviene imparable, aún manteniendo las formas republicanas. Augusto aseguró el poder imperial con importantes reformas y una unidad política y cultural (civilización grecorromana) centrada en los países mediterráneos, que mantendrían su vigencia hasta la llegada de Diocleciano, quien trató de salvar un imperio que caía hacia el abismo. Fue éste último quien, por primera vez, dividió el imperio para facilitar su gestión. El imperio se volvió a unir y a separar en diversas ocasiones siguiendo el ritmo de guerras civiles, usurpadores y repartos entre herederos al trono hasta que, a la muerte de Teodosio I el Grande en el año 395, quedó definitivamente dividido.
Finalmente en 476 el hérulo Odoacro depuso al último emperador de Occidente, Rómulo Augústulo. El Senado envió las insignias a Constantinopla, la capital de Oriente, formalizándose así la capitulación del imperio de Occidente. El Imperio oriental proseguiría varios siglos más bajo el nombre de Imperio bizantino, hasta que en 1453 Constantinopla cayó bajo el poder otomano.
El legado de Roma fue inmenso, tanto es así que varios fueron los intentos de restauración del imperio, al menos en su denominación. Destaca el intento de Justiniano I, por medio de sus generales Narsés y Belisario, el de Carlomagno así como el del propio Sacro Imperio Romano Germánico, pero ninguno llegó jamás a reunificar todos los territorios del Mediterráneo como una vez lograra la Roma de tiempos clásicos.
Con el colapso del Imperio romano de Occidente finaliza oficialmente la Edad Antigua dando inicio la Edad Media.


 





CIVILIZACIONES AGRICOLAS Y DEL MEDITERRANEO

CIVILIZACIONES AGRICOLAS Y
DEL MEDITERRANEO

CIVILIZACIONES AGRICOLAS

MESOPOTAMIA (3500 a.n.e. - 539 a.n.e.):



Mesopotamia (del griego: Μεσοποταμία, meso-potamía, ‘entre ríos’, traducción del antiguo persa Miyanrudan, ‘la tierra entre ríos’, o del arameo beth nahrin, ‘entre dos ríos’) es el nombre por el cual se conoce a la zona del Oriente Próximo ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates, si bien se extiende a las zonas fértiles contiguas a la franja entre los dos ríos, y que coincide aproximadamente con las áreas no desérticas del actual Irak. El término alude principalmente a esta zona en la Edad Antigua.
En el interior de Mesopotamia, la agricultura y la ganadería se impusieron entre el 6000 y el 5000 a. C., suponiendo la entrada de lleno al Neolítico.Durante este período, las nuevas técnicas de producción que se habían desarrollado en el área neolítica inicial se expandieron por las regiones de desarrollo más tardío, entre ellas la Mesopotamia interior. Este hecho conllevó el desarrollo de las ciudades. Algunas de las primeras fueron Buqras, Umm Dabaghiyah y Yarim y, más tardíamente, Tell es-Sawwan y Choga Mami, que formaron la llamada cultura Umm Dabaghiyah. Posteriormente ésta fue sustituida por las culturas de Hassuna-Samarra, entre el 5600 y el 5000 a. C., y por la cultura Halaf entre el 5600 y el 4000 a. C. (Halaf tardío).
Aproximadamente en el 3000 a. C., apareció la escritura, en aquella época utilizada solo para llevar las cuentas administrativas de la comunidad. Los primeros escritos que se han hallado están escritos sobre arcilla (muy frecuente en aquella zona) con unos dibujos formados por líneas (pictogramas).
La civilización urbana siguió avanzando durante el período de El Obeid (5000 a. C.3700 a. C.) con avances en las técnicas cerámicas y de regadío y la construcción de los primeros templos urbanos.
Tras El Obeid, se sucede el Período de Uruk, en el cual la civilización urbana se asentó definitivamente con enormes avances técnicos como la rueda y el cálculo, realizado mediante anotaciones en tablillas de barro y que evolucionaría hacia las primeras formas de escritura.

Las culturas de Mesopotamia fueron pioneras en muchas de las ramas de conocimiento; desarrollaron la escritura que se denominó cuneiforme, en principio pictográfica y más adelante la fonética; en el campo del derecho, crearon los primeros códigos de leyes; en arquitectura, desarrollaron importantes avances como la bóveda y la cúpula, crearon un calendario de 12 meses y 360 días e inventaron el sistema de numeración sexagesimal.
Sus restos, aunque quizás todavía hay muchos por descubrir, muestran una cultura que ejerció una poderosa influencia en otras civilizaciones del momento y por ende el desarrollo de la cultura occidental.

CienciasEl cálculo floreció en Mesopotamia mediante un sistema de numeración decimal y sistema sexagesimal, cuya primera aplicación fue en el comercio. Además de suma y resta conocían la multiplicación y la división y, a partir del II milenio a. C. desarrollaron una matemática que permitía resolver ecuaciones hasta de tercer grado. Conocían asimismo un valor aproximado del número π, de la raíz y la potencia, y eran capaces de calcular volúmenes y superficies de las principales figuras geométricas.
La evolución astronómica floreció de igual forma. Los sumerios sabían distinguir entre planetas –objetos móviles– y estrellas. Pero fueron los babilonios quienes más desarrollaron este campo, siendo capaces de prever fenómenos astronómicos con antelación. Este conocimiento de la astronomía les llevó a adoptar un preciso calendario lunar, que incluía un mes suplementario que lo ajustaba al solar.
También se han encontrado tratados de medicina y listados sobre geología, en los que se trataba de clasificar los diferentes materiales.
 

Literatura
Antes de hallar la literatura, el lenguaje escrito se usaba para llevar las cuentas administrativas de la comunidad. Con el tiempo, se le empezó a dar otro uso; explicar hechos, fitas, leyendas, catástrofes.
La literatura sumeria comprende tres grandes temas, mitos, himnos y lamentaciones. Los mitos se componen de breves historias que tratan de perfilar la personalidad de los dioses mesopotámicos: Enlil, principal dios y progenitor de las divinidades menores; Inanna, diosa del amor y de la guerra o Enki, dios del agua dulce frecuentemente enfrentado a Ninhursag, diosa de las montañas. Los himnos son textos de alabanza a los dioses, reyes, ciudades o templos. Las lamentaciones relatan temas catastróficos como la destrucción de ciudades o templos y el abandono de los dioses resultante.
Algunas de estas historias es posible que se apoyasen en hechos históricos como guerras, inundaciones o la actividad constructora de un rey importante magnificados y distorsionados con el tiempo.
Una creación propia de la literatura sumeria fue un tipo de poemas dialogados basados en la oposición de conceptos contrarios. También los proverbios forman parte importante de los textos sumerios.


EGIPTO (3100 a.n.e. - 1700 a.n.e.):






El Antiguo Egipto fue una civilización que se originó a lo largo del cauce medio y bajo del río Nilo, y que alcanzó tres épocas de esplendor faraónico en los periodos denominados: Imperio Antiguo, Imperio Medio e Imperio Nuevo.
Alcanzaba desde el delta del Nilo en el norte, hasta la isla Elefantina (Assuan, en la primera catarata del Nilo, en el sur), llegando a tener influencia desde el Éufrates hasta Gebel Barkal, en la cuarta catarata del Nilo, en épocas de máxima expansión. Su territorio también abarcó, en distintos periodos, el desierto oriental y la línea costera del mar Rojo, la península del Sinaí y un gran territorio occidental dominando los dispersos oasis. Históricamente, fue dividido en Alto y Bajo Egipto, al sur y al norte, respectivamente (véase: Kemet).
La civilización egipcia se desarrolló durante más de 3.000 años. Comenzó con la unificación de varias ciudades del valle del Nilo, alrededor del 3150 a. C., y se da convencionalmente por terminado en el 31 a. C., cuando el Imperio romano conquistó y absorbió el Egipto ptolemaico, que desaparece como Estado. Este acontecimiento no representó el primer período de dominación extranjera, pero fue el que condujo a una transformación gradual en la vida política y religiosa del valle del Nilo, marcando el final del desarrollo independiente de su cultura. Su identidad cultural había comenzado a diluirse paulatinamente tras las conquistas de los reyes de Babilonia (siglo VI a. C.) y Macedonia (siglo IV a. C.), desapareciendo su religión con la llegada del cristianismo, en la época de Justiniano I, cuando en 535 fue prohibido el culto a la diosa Isis, en el templo de File.
Egipto tiene una combinación única de características geográficas, situada en el África nororiental y confinada por Libia, Sudán, el mar Rojo y el mar Mediterráneo. El Nilo fue la clave para el éxito de la civilización egipcia, ya que éste permitía el aprovechamiento de los recursos y ofrecía una significativa ventaja sobre otros oponentes: el légamo fértil depositado a lo largo de los bancos del Nilo tras las inundaciones anuales significó para los egipcios el practicar una forma de agricultura menos laboriosa que en otras zonas, liberando a la población para dedicar más tiempo y recursos al desarrollo cultural, tecnológico y artístico.
La vida se ordenaba en torno al desarrollo de un sistema de escritura y de una literatura independientes, así como en un cuidadoso control estatal sobre los recursos naturales y humanos, caracterizado sobre todo por la irrigación del fértil valle del Nilo y la explotación minera del valle y de las regiones desérticas circundantes, la organización de proyectos colectivos, el comercio con las regiones vecinas de África del este y central y con las del Mediterráneo oriental y, finalmente, por empresas militares que mantuvieron una hegemonía imperial y la dominación territorial de civilizaciones vecinas en diversos períodos. La motivación y la organización de estas actividades dependía de una élite sociopolítica y económica que alcanzó consenso social por medio de un sistema basado en creencias religiosas, bajo la dirección del Faraón, un personaje semidivino, generalmente masculino, perteneciente a una sucesión de dinastías, no siempre del mismo linaje.
Cultura
La religión egipcia, plasmada en la mitología, es un conjunto de creencias que impregnaban toda la vida egipcia, desde la época predinástica hasta la llegada del Cristianismo y del Islam en las etapas greco-romanas y árabe. Eran dirigidos por sacerdotes, y el uso de la magia y los hechizos son dudosos.
El templo era un lugar sagrado en donde solamente se admitía a los sacerdotes y sacerdotisas, aunque en las celebraciones importantes el pueblo era admitido en el patio.
La existencia de momias y pirámides fuera de Egipto, indica que las creencias y los valores de las culturas prehistóricas se transmitieron de una u otra forma por el camino de la seda. Los contactos de Egipto con extranjeros incluyeron Nubia y Punt al sur, el Egeo y Grecia al norte, el Líbano y otras regiones del Cercano Oriente y Libia al oeste.
La naturaleza religiosa de la civilización egipcia influenció su contribución a las artes. Muchas de las grandes obras del Egipto antiguo representan dioses, diosas, y faraones, considerados divinos. El arte está caracterizado por la idea del orden y la simetría.
Durante los 3000 años de cultura independiente, cada animal retratado o adorado en el arte, la escritura o la religión es indígena de África. El dromedario, domesticado en Arabia, apareció en Egipto al comienzo del 2º milenio a. C.
Aunque el análisis del cabello de momias del Imperio Medio ha revelado evidencias de una dieta estable, las momias de circa 3200 a. C. muestran señales de anemia y desórdenes hemolíticos, síntomas del envenenamiento por metales pesados. Los compuestos de cobre, plomo, mercurio, y arsénico que fueron utilizados en pigmentos, tintes y maquillaje de la época pudieron haber causado el envenenamiento, especialmente entre la clase acomodada.

Lengua

El egipcio antiguo constituye una parte independiente de la lengua de la (macro) familia afro-asiática. Sus parientes más cercanos son los grupos bereber, semítico y Beja. Los documentos escritos más antiguos en lengua egipcia se han fechado en el 3200 a. C., haciéndola una de las más antiguas y documentadas. Los eruditos agrupan al egipcio en seis divisiones cronológicas importantes:

  • Egipcio arcaico (antes de 3000 a. C.)
Recogido en las inscripciones del último predinástico y del arcaico. La evidencia más temprana de escritura jeroglífica egipcia aparece en los recipientes de cerámica de Naqada II.
  • Egipcio antiguo (3000-2000 a. C.)
Es la lengua del Imperio Antiguo y del primer período intermedio. Los textos de las pirámides son el cuerpo mayor de la literatura de esta fase, escritos en las paredes de las tumbas de la aristocracia, que a partir de este período también muestran escrituras autobiográficas. Una de las características que lo distinguen es la triple mezcla de ideogramas, fonogramas, y de determinativos para indicar el plural. No tiene grandes diferencias con la etapa siguiente.
  • Egipcio clásico (2000-1300 a. C.)
Esta etapa, llamada también media, se conoce por una variedad de textos en escritura jeroglífica e hierática, datadas en el Imperio Medio. Incluyen los textos funerarios inscritos en los ataúdes tales como los Textos de los Sarcófagos; textos que explican cómo conducirse en la otra vida, y que ejemplifican el punto de vista filosófico egipcio (véase el papiro de Ipuur); cuentos que detallan las aventuras de ciertos individuos, por ejemplo la historia de Sinuhe; textos médicos y científicos tales como el papiro Edwin Smith y el de Ebers; y textos poéticos que elogian a un dios o a un faraón, tal como el himno al Nilo. El idioma vernáculo comenzó a diferenciarse de la lengua escrita tal como evidencian algunos textos hieráticos del Imperio medio, pero el egipcio clásico continuó siendo usado en los escritos formales hasta el último período dinástico.
·         Egipcio tardío (1300-700 a. C.)
Aparecen documentos de esta etapa en la segunda parte del Imperio Nuevo. Forman un amplio conjunto de textos de literatura religiosa y secular, abarcando ejemplos famosos tales como la historia de Unamón (Wenamun) y las instrucciones del Ani. Era la lengua de la administración ramésida. No es totalmente distinto del egipcio medio, ya que aparecen muchos clasicismos en los documentos históricos y literarios de esta fase, sin embargo, la diferencia entre el clásico y el tardío es mayor que entre aquél y el antiguo. También representa mejor la lengua hablada desde el Imperio Nuevo. La ortografía jeroglífica consiguió una gran expansión de su inventario gráfico entre el periodo Tardío y el Ptolemaico.
·         Egipcio demótico (siglo VII - Siglo IV a. C.)
La lengua demótica es cronológicamente la última, se comenzó a usar alrededor del 660 a. C. y se convirtió en la escritura dominante cerca del 600 a. C., usándose con fines económicos y literarios. En contraste con el hierático, que solía escribirse en papiros u ostracas, el demótico se grababa además en piedra y madera.
En los textos escritos en etapas anteriores, probablemente representó el idioma hablado de la época. Pero al ser utilizada cada vez más solamente con propósitos literarios y religiosos, la lengua escrita divergió cada vez más de la forma hablada, dando a los últimos textos demóticos un carácter artificial, similar al uso del egipcio medio clásico durante el período Ptolemaico. A inicios del siglo IV comenzó a ser reemplazado por el idioma griego en los textos oficiales: el último uso que se conoce es en el año 452 d. C., sobre los muros del templo dedicado a Isis, en File. Comparte mucho con la lengua copta posterior.

  • Griego (305-30 a. C.)
Fue el idioma de la corte tras la conquista de Alejandro, el dialecto koiné, "lengua común", que era una variante del ático utilizada en el mundo helenístico, y que en Egipto convivió con el copto.
  • Copto (Siglo III – siglo VII d. C.)
Artículo principal: Idioma copto
Está testimoniado alrededor del siglo III, y aparece escrita con signos jeroglíficos, o en los alfabetos hierático y demótico. El alfabeto copto es una versión ligeramente modificada del alfabeto griego, con algunas letras propias demóticas utilizadas para representar varios sonidos no existentes en el griego. Como lengua cotidiana tuvo su apogeo desde el siglo III hasta el siglo VI, y perdura sólo como lengua litúrgica de la Iglesia Ortodoxa Copta.

Escritura

Durante años, la inscripción conocida más antigua era la Paleta de Narmer, encontrada durante excavaciones en Hieracómpolis (nombre actual, Kom el-Ahmar) en 1890, datada en el 3150 a. C. Hallazgos arqueológicos recientes revelan que los símbolos grabados en la cerámica de Gerzeh, del año 3250 a. C., se asemejan al jeroglífico tradicional. En 1998 un equipo arqueológico alemán bajo el mando de Günter Dreyer, que excavaba la tumba U-j en la necrópolis de Umm el-Qaab de Abidos, que perteneció a un rey del predinástico, recuperó trescientos rótulos de arcilla inscritos con jeroglíficos y fechados en el período de Naqada III-a, en el siglo XXXIII a. C.
Según investigaciones, la escritura egipcia apareció hacia el 3000 a. C. con la unificación del Reino del Alto y Bajo Egipto y el advenimiento del Estado. Durante largo tiempo sólo estuvo compuesta por unos mil signos, los jeroglíficos, que representaban personas, animales, plantas, objetos estilizados etc. Su número no llegó a alcanzar varios miles hasta el periodo tardío.
Los egiptólogos definen al sistema egipcio como jeroglífico, y se considera como la escritura más antigua del mundo. La denominación proviene del griego "hieros" (sagrado) y "glypho" (esculpir, grabar). Era en parte silábica, en parte ideográfica. La hierática fue una forma cursiva de los jeroglíficos y comenzó a utilizarse durante la primera dinastía (c. 2925-2775 a. C.). El término demótico, en el contexto egipcio, se refiere a la escritura y a la lengua que evolucionó durante el periodo tardío, es decir desde la 25.ª dinastía Nubia, hasta que fue desplazada en la corte por el Koiné griego en las últimas centurias a. C. Después de la conquista por Amr ibn al-As en el año 640, el idioma egipcio perduró en la lengua copta durante la Edad Media.
Alrededor del 2700 a. C., se comenzaron a usar pictogramas para representar sonidos consonantes. Sobre el 2000 a. C., se usaban 26 para representar los 24 sonidos consonantes principales. El más antiguo alfabeto conocido (c. 1800 a. C.) es un sistema abyad derivado de esos signos unilíteros, igual que otros jeroglíficos egipcios.
La escritura jeroglífica finalmente cayó en desuso como escritura de los cortesanos alrededor del siglo IV a. C, bajo los ptolomeos, sustituida por el griego, aunque perduró en los templos del Alto Egipto, custodiados por el clero egipcio. Cleopatra VII fue la única gobernante ptolemaica que dominó el idioma egipcio antiguo. Las tentativas de los europeos para descifrarla comenzaron en el siglo XV, aunque hubo tentativas anteriores por parte de eruditos.

La religión egipcia, plasmada en la mitología, es un conjunto de creencias que impregnaban toda la vida egipcia, desde la época predinástica hasta la llegada del Cristianismo y del Islam en las etapas greco-romanas y árabe. Eran dirigidos por sacerdotes, y el uso de la magia y los hechizos son dudosos.
El templo era un lugar sagrado en donde solamente se admitía a los sacerdotes y sacerdotisas, aunque en las celebraciones importantes el pueblo era admitido en el patio.
La existencia de momias y pirámides fuera de Egipto, indica que las creencias y los valores de las culturas prehistóricas se transmitieron de una u otra forma por el camino de la seda. Los contactos de Egipto con extranjeros incluyeron Nubia y Punt al sur, el Egeo y Grecia al norte, el Líbano y otras regiones del Cercano Oriente y Libia al oeste.
La naturaleza religiosa de la civilización egipcia influenció su contribución a las artes. Muchas de las grandes obras del Egipto antiguo representan dioses, diosas, y faraones, considerados divinos. El arte está caracterizado por la idea del orden y la simetría.
Durante los 3000 años de cultura independiente, cada animal retratado o adorado en el arte, la escritura o la religión es indígena de África. El dromedario, domesticado en Arabia, apareció en Egipto al comienzo del 2º milenio a. C.
Aunque el análisis del cabello de momias del Imperio Medio ha revelado evidencias de una dieta estable, las momias de circa 3200 a. C. muestran señales de anemia y desórdenes hemolíticos, síntomas del envenenamiento por metales pesados. Los compuestos de cobre, plomo, mercurio, y arsénico que fueron utilizados en pigmentos, tintes y maquillaje de la época pudieron haber causado el envenenamiento, especialmente entre la clase acomodada.


CHINA (2100 a.n.e. - 192):





La historia de China, como cronología de una de las civilizaciones más antiguas del mundo con continuidad hasta la actualidad,tiene sus orígenes en la cuenca del Río Amarillo, donde surgieron las primeras dinastías Xia y Shang . La existencia de documentos escritos hace cerca de 3500 años han permitido el desarrollo en China de una tradición historiográfica muy precisa, que ofrece una narración continua desde las primeras dinastías hasta la edad contemporánea. La cultura china, según el mito, se inaugura con los tres emperadores originarios: Fuxi, Shennong y finalmente el Emperador Amarillo Huang, este último considerado como el verdadero creador de la cultura. Sin embargo, no existen registros históricos que demuestren la existencia real de estas personalidades, las que de acuerdo con la transmisión oral de generación en generación, habrían vivido hace unos 5000 a 6000 años.
La enorme extensión del ocupado por el estado actual de la República Popular China hace que, inevitablemente, la historia de todo este territorio abarque, en sentido amplio, a un gran número de pueblos y civilizaciones. Sin embargo, el hilo conductor de la narración tradicional de la historia china se centra, en un sentido más restringido, en el grupo étnico de los chinos, y está íntimamente asociada a la evolución de la lengua china y su sistema de escritura basado en los caracteres. Esta continuidad cultural y lingüística es la que permite establecer una línea expositiva de la historia de la civilización china, que, tanto desde los textos más antiguos del I milenio a. C., como desde los clásicos confucianos, pasando por las grandes historias dinásticas promovidas por los emperadores, ha continuado hasta el presente. Los descubrimientos arqueológicos del siglo XX, muy en especial los de los huesos oraculares, que recogen las primeras manifestaciones escritas en lengua china, han contribuido en las últimas décadas a un conocimiento mucho más detallado de los orígenes de la civilización china.
La narración tradicional china de la historia se basa en el llamado ciclo dinástico, mediante el cual los acontecimientos históricos se explican como el resultado de sucesivas dinastías de reyes y emperadores que pasan por etapas alternas de auge y declive. Este modelo del ciclo dinástico ha sido criticado por muchos autores por dos razones fundamentales: En primer lugar, por su simplismo, ya que el modelo adopta un patrón recurrente según el cual los primeros emperadores son heroicos y virtuosos, mientras que los últimos son débiles y corruptos. Esta visión está sin duda influida por la interpretación de las propias dinastías reinantes, que encontraban en la degradación de la dinastía precedente una legitimación de su propio ascenso al poder. En segundo lugar, el modelo dinástico ha sido también criticado por presentar una visión nacionalista artificial, pues lo que en una interpretación alternativa podría verse como una sucesión de diferentes estados y civilizaciones en un mismo territorio, aparece como una mera alternancia de regímenes de gobierno en el marco imperturbable de una entidad nacional única.
A pesar de estas críticas, el modelo del ciclo dinástico permite ver los acontecimientos históricos que han llevado a la formación de la China actual como una estructura lineal de fácil comprensión, lo cual ha mantenido su vigencia entre los historiadores hasta la actualidad. Otra razón principal por la que el estudio de las dinastías y sus emperadores ha sido fundamental entre los chinos en el análisis de su propia historia es el sistema tradicional de datación de fechas, según el cual cada emperador establecía sus periodos de reinado como marco para contabilizar los años. Así, el año cristiano de 1700 se corresponde según el sistema tradicional chino con el año 38 de la era Kangxi, mientras que el año 1750 sería el año 15 de la era Qianlong. Incluso hoy en día, en Taiwán el año 2007 se designa en contextos formales como año 96 de la República. Este uso de las dinastías y sus emperadores para la propia datación de los años ha hecho imprescindible el dominio de la cronología dinástica en la tradición cultural china para adentrarse en el estudio de la historia.
REGION DEL INDO (2500 a.n.e. - 1700 a.n.e.):
 





 

Las civilizaciones más antiguas del subcontinente indio emergieron en el valle del Indo, alrededor del 2500 a. C. y abarcaban cerca de un centenar de aldeas y dos ciudades importantes: Harappa y Mohenjo-Daro. Estas aldeas en conjunto dominaban el área más extensa de todas las civilizaciones antiguas: más de un millón de kilómetros cuadrados.
Esta cultura tuvo varias etapas. (Para ver más detalles acerca de la categorización y división de las distintas fases que atravesó, consulte Periodización de la cultura del valle del Indo).
Al igual que las civilizaciones de la Mesopotamia y Egipto, dependían de su río. Como el Nilo, el Indo se desbordaba todos los años, inundando extensas zonas y depositando sedimentos fértiles. Este inmenso potencial agrícola fue la base sobre la cual se desarrolló el urbanismo en torno al río Indo.
Con las culturas prehistóricas del valle del Indo se prepara el primer capítulo de la historia de la India. Se trata de un largo periodo prehistórico, probado por testimonios líticos. Por otra parte, se pueden encontrar vestigios prehistóricos hasta el primer milenio a. C., es decir, hasta un tiempo en que la península ya había entrado en la historia. En sentido estricto, las culturas del Indo pertenecen a la prehistoria, ya que solamente han dejado restos arqueológicos, sin documentos literarios. Pero, para apreciar la historia india hace falta tomar en consideración estas culturas urbanas prearias.
Con las nuevas excavaciones se ha demostrado que el nombre «culturas del Indo» es demasiado restringido; pero otro nombre como «período de Harappa», es insuficiente para comprender estas culturas en toda la dimensión temporal.
Las complejas sociedades de la llanura de Kacchi fueron el preludio de la colonización final del valle del Indo. En un principio estuvo habitada por grupos de agricultores. Luego comenzaron a aparecer ciudades fortificadas. A esta época se la conoce como «periodo inicial del Indo».
Esta fase formativa culmina en el «periodo desarrollado del Indo» (2700 al 2400 a. C.), cuando la diversidad regional primitiva fue reemplazada por la uniformidad cultural y se creó una única provincia que abarcaba toda la llanura del Indo.
Hacia el 2400 a. C. se había desarrollado una compleja civilización urbana, comparable a la de Egipto y Mesopotamia.